Anoche vi por enésima vez "Casino Royale", una de mis pelis favoritas de la saga de James Bond y, al ver el final, llegué a una conclusión interesante. James Bond es un personaje no muy distinto a Ulises, Odiseo o Eneas (con el que guarda más parecido). Defiende un código heroico, la defensa de la Corona Británica y del Reino Unido, pero es un ser imperfecto con muchos defectos, lo cual lo convierte en un modelo no digno de ser imitado en cuanto a lo que moralidad se refiere. Igual que los héroes de la tragedia griega, la gente le admira (o admiraría si supieran de su existencia) por el servicio que presta a Inglaterra, saben que él es todo lo que ellos nunca podrían ser, un ser frío y duro capaz de vivir al filo de la navaja, pero no lo consideran modelo a imitar (Daniel Craig interpreta a un Bond frío y distante emocionalmente, "insensible" incluso, duro como una piedra y para el cual las mujeres son "de usar y tirar". En mi opinión se aleja un poco de lo que James Bond es, un hombre algo más sofisticado, no por sus trajes, sino por su actuar, su archiconocida flema británica). Otra cosa digna de mención es que este James Bond es un héroe que incluso se llega a compadecer. Esto es visible cuando Vesper, la mujer que consiguió enamorarle hacerle olvidar su frialdad, muere y éste retorna a su carácter anterior, (aunque luego la vuelve a perder al descubrir que ella dio su vida por él de algún modo).
Espero que esta comparación le resulte interesante a alguien, es curiosa.
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