"Si no llegamos a mañana, que sepas que siempre lo fuiste todo, si no llegamos a mañana, quisiera yo decirte por junto a ti habría vivido por el resto de mis días, que a tu vera habría dormido hasta el fin y mas allá, que en tus labios me habría quedado preso, que mi corazón con el tuyo se habría fundido, que tu presencia mi aliento habría seguido cortando, que tu mirada mi alma habría derretido mil veces más, que en tu sedoso pelo me habría enredado para nunca perderte, que tu suave piel habría acariciado hasta que se tornara arrugada...si no llegamos a mañana, quisiera que lo supieses todo. Y si por si acaso tengo tiempo suficiente para quedarme a tu lado, y tú estás dispuesto a no alejarte de mí en toda la eternidad, sólo quería decirte que lo eres todo. Daría mi vida por despertar y encontrarte a mi lado, vendería mi alma porque soñases conmigo, y que al despertar, de tus labios escapase un suspiro. Por pasar la mano por tu pelo y acariciar tu mejilla. Y si te quedas conmigo, aquí, dentro de mi corazón, te haría un hueco para que pudieses vivir en él. Desearía disponer de todo el tiempo del mundo, del espacio y el infinito juntos, para darte todo aquello que te mereces, para poder cada segundo disfrutar de esa sonrisa tuya. Y es que renunciaría a mi existencia si tú, tan sólo tú, fueses el suicida que se arriesgase a amarme con la misma intensidad en que ésta loca lo hace."
Fátima Vicente
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