martes, 11 de febrero de 2014

Reflexión sobre El dragón Rojo

 Ayer por la noche, ya habiendo cumplido con todos los quehaceres propios del día a día de un estudiante pre-universitario, me senté para ver una película de la saga de Hannibal Lecter (Later como solía decir jajaj), "El Dragón Rojo". Fue un film bastante interesante y rebuscado, como todas las películas de la saga antes citada, sin embargo, hubo cosas que despertaron en mi intereses y emociones que veo necesarios escribir.

 Lo primero de todo, entremos en situación. Por lo que pude ver (dado que la empecé a ver medio empezada, ruego se me disculpe si me salto algún dato vital de la trama), la película trata sobre un asesino en serie que mata porque cree que es un dragón o demonio reencarnado en un hombre. Todo esto a raíz de una mala infancia que pasó al cargo de su abuela, la cual lo maltrataba psicológica y físicamente. De este modo, el asesino mata para "entregarle" las vidas de esas personas a ese ente maligno que habita en él.

  Una de las cosas que me llamó la atención fue cómo el asesino conoce a una mujer que trabaja con él, Riba (o al menos creo que se escribe así), una mujer con carencias visuales por una enfermedad que padeció cuando era niña, y, relacionándose con ella e incluso enamorándose de ella, se vuelve más humano e incluso llega al extremo de rebelarse contra ese ser interno suyo tratando de matarse a sí mismo y a ella para no entregarla a él. Tal determinación puede resultar fruto de una mente enferma, que lo era, pero esconde mucho más. Lo que me gustaría resaltar en todo esto es cómo una persona inocente, buena, consiguió sacar algo bueno de ese hombre. El inspector, hablando con ella después de que el asesino se suicidase para no matarla a ella, le dice "usted no atrajo a un monstruo, usted atrajo a un hombre con un monstruo a cuestas. Lo que quiero decirle es que usted sacó el lado humano de ese hombre. Él podía tener muchas cosas malas pero usted es buena, piense en ello". Ese pobre hombre no eligió convertirse en un ser así, en un asesino, fueron las circunstancias las que lo convirtieron en eso (aunque con esto no quiero decir que apoye la hipótesis del "buen salvage" de Rousseau. En mi opinión, la grandeza de una persona se mide por la educación que ha recibido...o la que no. Obviamente, el modo en que fue educado ese hombre no era el más propicio para crear una persona equilibrada y con confianza en sí misma). Con esto, me gustaría parafrasear al autor de novelas de terror, Stephen King, diciendo "Algunos lugares humanos crean monstruos inhumanos".

 La segunda cosa que me llamó la atención (bueno, hubo muchas pero sólo trataré las más importantes ya que son de las que mejor me acuerdo) fue la carta del Doctor Hanníbal Lecter al inspector tras terminar el caso. Comenzaba preguntándole si ya se había curado por dentro de lo sucedido con ese individuo, cosa interesante ya que no hay herida que más tarde en curar que aquella que no puede ser vendada fícisamente, pero continuaba haciendo referencia a sí mismo y a la sociedad diciendo algo así como "vivimos en una sociedad cuyo mayor defecto es ser amante de las medias tintas, pero tu y yo no somos así, ¿verdad? cualquier sociedad racional me habría colgado o habría sacado algún provecho de mí pero, ¿qué se le va a hacer, Bill (el protagonista)? Te quire tu amigo, o no, Doctor Hanníbal Lecter". Siempre que veo una de estas películas pienso en lo siniestramente sofisticado que es este individuo, cómo tras ese velo de exquisitos modales y educación esconde una mente tan perversa y desordenada que le lleva a practicar canivalismo, sin embargo, no voy a detenerme en eso. Lo que veo digno de ser hablado es cómo describe a la sociedad en la que vivimos, ya que la nuestra es, sin duda, una sociedad en la que prevalecen las medias tintas, el relativismo absoluto. Lejos de tratar de incomodar a los lectores con este punto de vista, me veo obligado a decir que ese relativismo absoluto en ocasiones llega al absurdo (no quiero generalizar, por supuesto). En ocasiones he llegado a escuchar cosas tales como "es que lapidar a mujeres no está bien en occidente pero esta bien es oriente, por ello es relativo si está bien o mal". Los más razonables estarán de acuerdo conmigo en que lapidar a mujeres no está bien ni aquí ni en ningún lado, otra cosa es que en algunos lugares se haga. Me llama también la atención cuando dice lo de "cualquier sociedad racional...", ¿a caso no somos racionales? ¿no damos preferencia a la razón que a otras cosas tales como a la fe hoy día (cosa que veo mal ya que, en mi opinión, no se contrarrestan, pero eso ya es otra historia)?. Pues bien, no es así. Vivimos en un mundo heredero de Nietzsche en el que la razón ocupa un lugar secundario, lo importante es el sentimiento puro, lo irracional, romper con todo. Pensemos en los días de la semana, de lunes a viernes hacemos nuestros quehaceres normales y, cuando llega el fin de semana, rompemos con los horarios y con la rutina, es más, la mayoría de la gente bebe los viernes para "liarla", no hay seña mayor de ese irracionalismo. Otra conexión la encuentro en la música de hoy día, supongo que algunos conoceréis el dubstep. Para los que no les resumiré de qué trata, varios sonidos estridentes enlazados para crear un "ritmo". No quiero ofender a los amantes de estos géneros de moda pero no hay duda de que ese..."alboroto estridente" es un signo claro de ese irracionalismo tan vivo hoy día.

Quisiera terminar recomendando esta película a todo amante del thriller o simplemente del cine, un saludo.

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