LIBERTAD
Al hombre
creó Dios al principio
Con un poco
justicia y discordia,
Dotado de
solertia y raciocinio
Para
escribir su propia historia.
Natural suyo
sería buscar la Verdad
La cual se
sobrepondría cualquier temor
Y en el
corazón le colocó una flor:
Que se llamaba libertad
Y no era una
flor corriente,
No era algo
vulgar ni profano.
Era sin duda
lo más humano
Capaz de
movilizar un mundo si se siente
Y no era una
inglesa rosa roja,
Ni un
tulipán holandés,
Era sin duda
un cardo muy escocés
Que hiere al
que del corazón la despoja
Por ello no
crean que por ser flor es algo frágil
Que con un
pie se aplasta fácilmente,
Que miles de
almas en la historia no dieron tregua fácil
A aquel que
atentaba contra ella infamemente.
Y es que el
rojo de la sangre derramada tiñe nuestra flor
Junto con
todos los demás colores del arcoíris humano.
No pensemos
que es cuestión de ideas definir nuestro amor
A aquel
impetuoso don que por gracia nos fue dado.
Levantémonos
en pos del corazón que en nuestro pecho late,
Queramos que
nuestra vida nunca pierda su sentido,
Velemos por
que la injusticia en el mundo nuestro acabe,
Luchemos en
nombre del bien con el que fuimos nacidos.
¡Hombres y
mujeres del mundo,
Despertad de
la masa y la indiferencia!
Si queremos
que nuestro hogar sea fecundo
Debemos de
actuar con diligencia.
Una flor
nació en el corazón del ser humano
Destinada a
tener una intensa existencia.
Nunca
podríamos haberlo imaginado:
En nosotros
se halla un don digno de la mayor reverencia.
Queramos
vivir siempre afines a la verdad
Como Sofía
siempre nos enseñó.
Que con ella
se riega y nutre una flor.
Esa flor se
llama Libertad.