"Allí en casa es probable que estés dormida,
aquí es pleno día. Al fin encontré algo de tiempo para escribirte una carta,
sentado aquí a medio mundo de distancia…solo quiero decirte que te echo de
menos, mucho, pero que no me arrepiento de nada porque, si estoy aquí muerto de
miedo en este aterrador y extraño lugar, es por ti, porque te amo. Quisiera
verte, tenerte aquí delante, aunque no quería que me vieses ahora mismo, estoy
hecho un asco, incluso peor que aquella vez que me dijiste “no hay huevos de
arreglar el jardín”, ¿te acuerdas? Dios…esas hormigas rojas acabaron conmigo
jaja. Quizás cuando la carta te llegue no se note, pero ahora mismo algunas
lágrimas han caído sobre el papel en el que te escribo, a lo mejor ya no huele
a mí…mejor porque ahora mismo huelo fatal, espero que el encargado de correos
que coja la carta sea de esos que se echan medio bote de colonia, no quisiera
que te llegase este horrible olor que envuelve mi mundo ahora, ese en el que
faltas tú. Con todo esto, solo quiero decirte que te quiero, que nunca lo
dudes, ¡que en cuanto vuelva te abrazaré y te besaré de tal forma que solo me
podrán separar de ti con una palanca! Te amo cariño…te echo de menos, manda
recuerdos a nuestra hija, dile que a ella también la echo de menos, que cuando
vuelva la llevaré al zoo como le prometí antes de irme, antes de que me pillase
todo esto de imprevisto. Estate tranquila, estoy bien aquí, estoy rodeado de
buenísimos hombres.
Te
quiero tanto…siempre tuyo ________"
No hay comentarios:
Publicar un comentario